Al parecer, no se ponen de acuerdo, pero cada mochuelo, se quiere ir a su nido. Los indignados de Barcelona, no dejan en paz a los políticos. Los políticos, piden justicia, no quieren ser agredidos ni de palabra y mucho menos de obra.
El ciudadano de a pié, está hecho un lio ¿quién tiene la razón.? Está claro al político lo puso el voto del pueblo. Al indignado, lo puso el no ver, de que le sirve el político, si cada vez, está más agobiado, si cada día su poder para enfrentarse con la vida, es más pequeño, si ve a su familia incluso pasar hambre, (y para desgracia, haberlos hailos) si los precios de la enseñanza, son prohibitivos. ¿Qué les queda? ¿Protestar y ser apaleados por ello?
No señorías. No se equivoquen, que eso, no es vulnerar la Ley, eso es sólo manifestarse en contra de un sistema, que va contra la lucha diaria por la supervivencia. Y la supervivencia de la familia, está por encima de cualquier interés de cualquier político o de todos los políticos juntos y el que diga que la Ley tiene la fuerza y está para usarla en favor de unos cuantos, se equivoca, cuando la Ley no sirve al pueblo, la Ley hay que cambiarla, por otra, que de trabajo, paz y pan, para todos los ciudadanos.
Balfrido Erades
miércoles, 15 de junio de 2011
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