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domingo, 30 de octubre de 2011

A TOMAR...EL AVIÓN

Señores pasajeros del vuelo 0000 salida de Ciudad Irreal con destino a Castallón, con todo mi respeto a Castalla, ciudad industrial, donde sus gentes ven pasar la vida inmersos en sus juguetes, que a la sombra de Ibi y de Onil, trabajan de sol a sol encerrados en esos pequeños almacenes familiares, donde las mujeres, se dejan la vista poniendo ojos de cristal cada día más perfectos en esas muñecas que nuestras niñas disfrutarán mañana, empezando a ser madres y queriendo ayudar a las suyas a poner ojos. Después del inciso, no creo todavía haber escuchado la voz de los altavoces anunciar la salida de nuestro vuelo y lo que es peor, tampoco han hablado de ningún retraso ¿Qué habrá pasado? Al acercarme al mostrador de información a enterarme de lo que puede haber pasado, me encuentro con la sorpresa, de que la señorita que había ayer a nuestra llegada, no se encuentra operativa, al igual que la ruina donde me encuentro y que ayer era aeropuerto. En nuestras mentes cunde el desánimo y la frustración, ¿Pero si ayer eran dos aeropuertos nuevos? ¿Cómo pueden haber sido abandonados y porqué? ¿Y porque se construyeron y a quien benefició su construcción? ¿Y donde están los responsables? ¿Y los responsables de los responsables? ¡Sí! ya sé que los aeropuertos son míos y que mía es la responsabilidad, pero a mí me dijeron que votara y que todo estaría en perfecto estado. Mentiras, excusas con las que hoy me quieren pagar el daño que nos han hecho a la pandilla de tontos, que creímos en ellos. Nadie es responsable y nadie quiere pedir responsabilidades, si alguien se ha “forrado” lo suyo es que alguien lo “emplumara” y encima del forro, llevaría un buen vestido. Pero a que temen, ¿que mañana cuando les toque a ellos, también se les pidan responsabilidades? A eso yo lo llamaría cobardía corporativa (te dejo hacer, para que luego los otros me dejen a mí) Cobardes, tramposos y gentuza de la peor ralea. Esos guían los destinos de mi país, esos me tienen esperando a coger un avión que nunca va a llegar, en un aeropuerto hecho sólo para cobrar sus comisiones, esos son los que después de toda una vida de pagarles sus usos y consumos, sus estafas y sus cacicadas, me amenazan con el copago de los medicamentos, con las nuevas subidas de precios, con el lanzamiento de la vivienda en la que un día me dijeron que todo serían facilidades y luego se han quedado por lo mucho o por lo poco que aún les debo y que por su buen trabajo, nunca podré pagar y encima, tendré que seguir pagando durante toda mi vida y durante toda mi muerte.
Mañana (si no ha sido hoy) les inyectarán un nuevo “chute” de Euroina a todos los que son, y así, no tendrán necesidad de tener que recurrir a la miseria de los pocos Euros que con nuestro trabajo, les podamos inyectar (miseria) pero si ya no queda ladrillo, si ya no queda trabajo, si ya no queda familia y el paro se nos acaba, me cogeré mi patera y me iré al Senegal a bailar desnudo por la selva, con la mujer y el chaval.
Balfrido Erades

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