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viernes, 11 de noviembre de 2011

EN UN MUNDO NUEVO...MEJOR

¿Cómo quieres que te quiera, si no me quiero ni yo? Si yo tuviera dignidad, haría como hacía aquel torero que por creer en su profesión, en las tardes de corrida, le ofrecía al toro su vida. Haría como aquel artista circense, que antes de su actuación, cortó la red que le separaba de una posible muerte, o quizás como aquella alma grande que un día fue asombro del mundo y con su valor fue el hombre que consiguió la libertad para su país…!Oh! si yo pudiera hacer aquella guerra pasiva y decirle a mis hermanos, ¡no luchéis contra nadie! ¡Dejad que ganen todos! Y después de las elecciones, que no tengan a quien gobernar, porque ellos no saben lo que es gobernar, ellos sólo saben que si llegan a su meta, estarán sentados donde querían y sobre los que querían y nosotros lloraremos de nuevo y vendrá la Comunidad Europea a pedirnos cuentas de “en qué hemos gastado el dinero” ¿pero señor comunidad, si yo no he tocado nada? Y ahora ¿por qué quiere que me apreté más el cinturón? Ya hace tiempo que no tengo cinturón, lo rompí haciendo un ato de leña para poderme calentar. ¿Qué de donde era el ato de leña? Pues del monte, de donde va a ser. ¿Qué yo no puedo coger leña del monte? Pero si no tengo electricidad ni leña, ¿Cómo me caliento? Bueno Don comunidad, la verdad es que un poco caliente, ya voy estando y cuando me caliento, a veces hago tonterías de las que luego me arrepiento, pero que una vez hechas…Pues ya están hechas. Déjeme seguir soñando con un mundo mejor y mejor gobernado, porque lo que ustedes tocan, o lo jo…roban o lo dejan como dejaba el caballo de Atila los campos por donde pasaba. (Y yo que soy amante de los caballos…) por si no lo saben, ya no crece la hierba, doy mi más sentido pésame a aquellos que se puedan sentir dolidos por las cuitas (que no las cuentas) de Don Urdangarín, que como dice el refrán “quien da perro a pan ajeno, ni te cases ni te embarques” o aquel otro “de lunes a martes, todo se lo lleva el Pepiño” no cabe duda. SON COMO NIÑOS.
Balfrido Erades

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