Una noche de penumbra
en que la luna no brilla,
brilla mi amor en tu cama
y en tú bolso mí cartilla.
Me pedías sólo amor,
que yo no quería darte.
A la hora de la verdad,
yo no podía pagarte.
Nadie sabe como yo
que el amor que tú entregas
o se paga con dolor,
o se paga con monedas.
B.E.
jueves, 25 de febrero de 2010
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