Si alguien haciéndose pasar por necesitado de ayuda, la obtiene y se demuestra que hace mal uso de ella, será castigado con trabajos para la sociedad, según su engaño.se valorarán, la educación y la cortesía, llegando a constituir falta grave, las ofensas a personas mayores, los comportamientos incívicos y el daño al mobiliario municipal.
El comportamiento contrario a las normas de circulación, será sancionado con trabajos para la sociedad, pero si son reincidentes, se podrá llegar a la incautación del vehículo con el que se incumpla con las normas, pudiendo además los infractores llegar a ser expedientados como personas peligrosas para la sociedad.
En este manifiesto, lo único que pretende, es dar unas normas de obligado cumplimiento, siempre determinado por lo que en el caso concreto, pueda dictar un tribunal público, formado por personas de reconocido prestigio y de intachable moralidad.
La ley estará al servicio de los ciudadanos, nunca podrá un agente de la autoridad, sancionar por él mismo, su labor consistirá en proponer sanción y será el mismo pueblo en asamblea, el que juzgue. Cualquier sanción que sea impuesta al ciudadano, obligatoriamente tendrá que revertir en bien de la sociedad.
Si un gobernante o agente de la autoridad, fuese cogido en delito dentro de su función, podrá ser apartado de su trabajo, perdiendo el derecho que tenga adquirido, si el beneficiario de cualquier hurto o robo cometido por funcionario, revertiera en alguien de su familia, este familiar, después de ser investigado por la sociedad, podrá ser declarado culpable en igual grado que el que ha cometido el delito.
El que fuera hallado culpable de delito, no podrá volver a ejercer el trabajo que antes desempeñaba, pero sí otro de menor responsabilidad y menos remunerado, si volviera a reincidir en el delito, será puesto a disposición de la autoridad sanitaria, en evitación de que pueda seguir intentando dañar a la sociedad.
Nada podrá hacer, que la fortuna de un gobernante, se acreciente más de lo que le correspondería a persona honrada, desarrollando el mismo trabajo. A mayor grado de responsabilidad en el gobierno, mayor grado de respeto a su cargo y mayor remuneración
Todo el pueblo tiene derecho, a una atención sanitaria solvente, todo el pueblo tiene derecho a un segundo diagnostico y si el daño fuera de índole desconocida y tras estudio de su enfermedad, tendrá derecho a ser tratado de forma especial.
Si todos tenemos como responsabilidad el trabajo, la cortesía, el estudio, la unidad familiar y el respeto a los demás, si procuramos ver que nuestro derecho termina cuando empieza el de los demás, a la vuelta de muy pocos años, este (u otro país) vivirán en la opulencia, serán respetados y respetarán.
El ser suave como el visón, no es ser blando, no humilla, al contrario ensalza, el que sabe que tiene la razón y la fuerza de quien lo hace bien y es reconocido por las mayorías, sabe que su triunfo es el triunfo de todos, a nadie combate con la fuerza, siempre lo hace con la razón. Es duro como acero, quien está seguro, de que obligando a los blandos a cumplir con la obligación, que le es impuesta, es posible que no goce de todas las simpatías, por lo menos hasta que el tiempo demuestre, que si alguien blandea, puede hacer blandear a otros cercanos a él y entonces no servirá para nada el sacrificio de los otros muchos dispuestos a abrirse camino en el futuro. Un ejemplo, sirve este. Balfrido
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