La crisis, a todos nos llega, pero a unos más que a otros. Al parecer, aún siguen habiendo valientes, que en plena crisis, sueñan con hacer negocios. (Los Chinos dicen, que las crisis, son el momento oportuno, para empezar a hacer buenos negocios) tal vez, sea cierto, pero yo veo con desesperanza, como personas, que se juegan su fortuna y su pan, intentan empezar un negocio, poniendo todas sus ilusiones y como meses después, son cerrados por la maldita crisis, llevándose las ilusiones y los ahorros de estas buenas gentes que en su caída, arrastran a alguien que confió en ellos y también, resultaron perjudicados. No, no voy a llorar el fracaso de estos valientes. Para mí se merecen, todo el respeto de los héroes.
Sí que me gustaría, que el Gobierno que en esos momentos mande, tenga la caridad de ayudar en un principio. Y de no dañar con embargos innecesarios que a nada conducen, los bienes que después de la debacle financiera y comercial, han sufrido estos luchadores. Coches a medio pagar, pisos con grandes hipotecas...Y las ilusiones de toda una vida. Mientras en el cierre de estos negocios, no se adviertan signos de ánimo doloso, lo único que se puede conseguir, es que quien ha intentado luchar por su vida y su país, sólo saque dolor y desengaño.
He visto como la S.S. Hacienda, Suma (¿quien es Suma?) por una pequeña deuda, ha dejado sin vivienda a una familia, que quizás con otra actuación, hubiera podido levantar cabeza y rehacer su vida.
No dar más ayudas, y si trabajos sociales pagados decentemente, mientras el trabajador sin otros medios, puede conseguir otro empleo. Ayudar a luchar y a sobrevivir, no a proteger a quien no quiere hacerlo, pero mientras nuestro gobierno, no ayude a los emprendedores y a los luchadores natos, estos, estarán. CERRADOS POR DESESPERANZA. Suerte a todos.
Balfrido Erades.
domingo, 26 de diciembre de 2010
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